No hubo contrincante. Boston humilló a Colorado en tan solo 4 juegos. Se esperaba que esta serie fuera mas reñida, ya que se pronosticaba que se irían a 6 juegos. Sin embargo, los Rockies no pudieron demostrar en esta serie lo que hicieron en 23 juegos. Insistiré en que el descanso, en vez de beneficiar, perjudicó. El hecho esta de que fueron borrados del mapa.
Boston hizo 29 carreras en la serie, por solo 10 de los Rockies. Quedaron atrás los bombazos que se lograban en el Coors Field. Los Rockies se acordaron de batear cuadrangulares casi en los últimos partidos. Sin embargo, así como lo hacía Colorado, Boston reaccionaba y también conectaba tablazos de largo alcance.
Anoche, Boston se fue arriba temprano en el partido. Colorado quiso reaccionar con tablazos que acercaban al equipo. De hecho, el partido terminó 4-3, pero el buen relevo de Medias Rojas acabó con las ilusiones de miles de aficionados que esperaban una reacción de su equipo. Nunca llegó. Los grandes bateadores de Colorado fallaron en corredores en base. Total, cada día que pasaba en la serie, era la desesperación que se apoderaba de Colorado. No dudo que se les venía a la mente del porqué llegaron ahí, y no lo podían demostrar. Y eso se fue traduciendo poco a poco en impotencia y desesperación. Es triste ver la cara de Tod Helton al término del partido cuando mostraba casi el llanto al ver coronarse a los Medias Rojas.
Ni hablar, hay que considerar siempre que aunque es bueno terminar con los adversarios rápido, no lo es tanto cuando se tiene que esperar tanto tiempo para enfrentar al siguiente.
Se termina otra temporada. Ahora, Boston gana su segundo campeonato de la década, y se perfila como protagonistas de los siguientes años. Habrá que esperar cómo pueden retener a sus jugadores claves, ya que algunos ya pueden tener la famosa "agencia libre".
Y ahora, todo gira al mundo del americano.
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