Un hecho sorprendente
es que los favoritos para llegar a la Final del Rey de la Liga Mexicana de
Béisbol, estén dos juegos abajo en sus respectivas series. Tanto los Sultanes
de Monterrey, como los Tigres de Quintana Roo, aun jugando en casa, no pudieron
conseguir victorias. Ahora, los Rieleros de Aguascalientes, y el Rojo del
Águila viajan a su estadio para tratar de finiquitar el compromiso. Totalmente
fuera de todo guion, pero así es el béisbol.
Irreconocible el
equipo de los Rieleros. Sobre todo, en el departamento de pitcheo. El primer
juego, se trenzaron con los Sultanes, tanto Edward Valdez como Walter Silva.
Cada uno aceptó una carrera, pero Silva se vio más hermético al aceptar en
siete entradas dos hits. Al final, salió sin decisión.
Pero, los problemas
para ambos equipos llegaron en la última entrada. El relevo tanto de Rieleros
como Sultanes, mostró debilidad para aguantar las ofensivas. Jesús Colomé fue
el más perjudicado al aceptar en su labor las tres carreras que significaron la
victoria para Aguascalientes. Aunque Monterrey pudo regresar en el cierre de la
novena con dos anotaciones, Sammy Gervacio cerró la cortina para llevarse el
primero de la serie.
Ayer, Monterrey tuvo
todo para llevar empatada la serie hacia el estadio Romo Chávez. Todo parecía
viento en popa para los Sultanes. Pero, nuevamente el fantasma del relevo
errático del año pasado, casi como una copia de lo ocurrido en aquella noche en
el Foro Sol contra los Diablos. Y ahora, en brazo de Wilkins Arias, esa ventaja
de 4 carreras desapareció ante la mirada atónita del aficionado regiomontano.
Tremendo regreso de los Rieleros para llevarse dos juegos del estadio
Monterrey.
Rieleros demostró que
es un equipo que no le tiene miedo a quien fue el líder de la temporada en la
Zona Norte, y su manager, Enrique “Che” Reyes dejó en claro que es un gran
estratega, y lo hizo en contra de quien hace un año fue su equipo. Cachetadas
con guante blanco repartió sin cesar ante los argumentos de la “hermandad” de
equipos.
Edgar González saltará
a la loma de las responsabilidades por parte de Sultanes, tratando de poner a
los regiomontanos en esta serie de Campeonato. Tendrá a Humberto Montemayor, la
mejor carta de Rieleros.
Tambalean los campeones
Los Tigres de Quintana
Roo están sucumbiendo ante el férreo pitcheo de los Rojos del Águila de
Veracruz. Aunque el primer partido pareciera que el desgaste en la serie frente
a Oaxaca no les afectó, al final, cayeron ante los jarochos en un juego que se
alargó a entradas extras.
Es de llamar la
atención que en los dos juegos, solo dos carreras (ocho en total en esta serie)
del equipo de Veracruz, no fueron obra del cuadrangular. Esto haría suponer que
Campillo, Carrillo y Quintanilla en el primero, y Miguel Ramírez en el segundo,
tuvieron el error de poner la bola en el centro del plato para que Veracruz
aprovechara el regalo. Lejos esta de pensarse que el descanso perjudicó a los
del puerto.
Para el segundo, el
Rojo del Águila tuvo en el montículo a un verdadero as del pitcheo para esta
serie. Lorenzo Barceló, adquirido en un cambio con los Pericos de Puebla,
limitó al equipo felino en tan solo 3 hits. Simplemente los Tigres han fallado en el bateo oportuno. Douglas
Clark, así como de Alex Romero, no han conectado de hit en esta Serie de
Campeonato. Ambos forman parte de la columna ofensiva del equipo.
La posibilidad del
bicampeonato para los Tigres de Quintana Roo se esta alejando. Aunque para
mañana esta anunciado Pablo Ortega, lo que requiere el equipo de bengala es que
sus mejores bateadores despierten. Tendrás el mejor pitcheo, pero para ganar,
es necesario hacer carreras.
Por parte de Veracruz,
esta anunciado Manuel Flores.
La victoria para
Tigres y Sultanes será un respiro para ambas novenas. Otra derrota, dará a una
Serie del Rey inesperada.
No funcionó la estrategia
Atónito quedé al leer en el periódico de
circulación local en Monterrey ante la declaración del Ing. José Maiz, y el
registro de entradas que tuvo el Estadio Monterrey. Sultanes fue el equipo que
mas aficionados llevó a su estadio, arriba de 600 mil. Y aun así, el Ing. Maiz
indicó que habrá pérdidas. Es decir, ¿No fue suficiente llevar en promedio 11,300
aficionados por juego?
La realidad es que la directiva apostó en
regalar 10 mil pases de cortesía por juego. Cada pase entraban 5 personas.
Además, sumemos las entradas por parte de las promociones (Ligas pequeñas, Gran
y pequeño Sultán, entre otras), los boletos de cortesía en radio, televisión,
tiendas departamentales, instituciones educativas, y párele de contar. Es
decir, la gente entraba, por así decirlo, gratis al estadio. ¿Cómo recuperar
estas entradas? Se cree que por medio del consumo del aficionado en el estadio.
Pero al parecer, no fue suficiente.
La directiva tendrá que pensar en otra
estrategia para atraer al aficionado. Mantener esta idea, simplemente no
resultó.
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