martes, octubre 30, 2012

Solo una palabra: Gigantes

Una remontada se esperaba por parte de los Tigres de Detroit al continuar la Serie Mundial en su estadio, el Comerica Park. Esto confirmaría que el equipo era el favorito para llevarse el título. Ante su estadio, ante su gente, tendría que cambiar el escenario. El resultado fue todo lo contrario.

El lanzador de los Gigantes Ryan Vogelsong, emuló lo que en el segundo juego hizo su compañero Bumgarner, de no permitir carrera en un lapso de 5 entradas y 2 tercios, con solo 5 hits, 4 bases por bolas y 3 ponches. Era la segunda blanqueada consecutiva para los Tigres. Algo que no se había visto desde la Serie Mundial de 1966, cuando los Orioles de Baltimore no le permitieron carrera a los Dodgers de Los Ángeles, en 3 juegos consecutivos.

Los Gigantes aprovecharon el bateo oportuno en la segunda entrada, cuando Gregor Blanco conectó triple para traer a la registrador a Hunter Pence, y posteriormente Brandon Crawford conectó sencillo remolcador para tener las únicas 2 carreras de este tercer juego de Serie Mundial. San Francisco se llevó la victoria, y se puso a una de conseguir nuevamente el tan ansiado título.

Aníbal Sánchez fue el pitcher derrotado, que aguantó 7 entradas, permitiendo 6 hits, 2 carreras, 1 base por bolas y ponchó a 8 enemigos.

El mexicano Sergio Romo logró su salvamento 2 en la Serie Mundial.

Los Tigres contra la pared, y requerían que su lanzador Max Scherzer saliera inspirado para el cuarto juego. No había mañana para Detroit. Y tenían que hacerlo frente al mejor pitcher de Gigantes: Matt Cain.

Mucha emoción, mismo resultado

Importante para el cuarto juego que los Tigres no recibieran carreras en el inicio del partido. Una situación así, mermaría en el ánimo de los jugadores de Detroit. Y eso fue lo que buscó San Francisco, cuando en la segunda entrada, ligaron doble y triple Hunter Pence y Brandon Belt, para poner la carrera de la quiniela en la pizarra. Los aficionados en el Comerica Park no daban crédito a lo que sucedía. Nuevamente los Gigantes se ponían al frente en la pizarra.

El ganador de la triple corona Miguel Cabrera regresó la euforia en la afición felina cuando conectó cuadrangular de dos carreras en el cierre de la tercera entrada. Aquello era el júbilo, y sobre todo, la esperanza de que pudieran hacer el milagro los pupilos de Jim Leyland.

Todo eso se vino abajo cuando Buster Posey le conectó el cambio a Scherzer, para depositarla del otro lado de la barda, y poner nuevamente a San Francisco al frente 3-2, en la parte alta de la sexta entrada. Solo el aire frío se oía en el estadio.

Y la emoción regresó, cuando Delmon Young empató el juego al conectar cuadrangular en el cierre de la misma entrada, provocando nuevamente que la afición de Tigres reviviera las esperanzas de conseguir la victoria. De ahí, los ceros en la pizarra se repetían constantemente.

No fue hasta la decima entrada cuando los Gigantes fabricaron la carrera gracias al batazo oportuno de Marco Scutaro, anotando Ryan Theriot. Una pizarra que no cambiaría: 4-3 a favor de San Francisco.

La Liga Nacional obtiene su tercer título al hilo de Serie Mundial, y segundo en 3 años para los Gigantes de San Francisco. Los Tigres ligaban su séptima derrota consecutiva en Serie Mundial. Pablo Sandoval fue nombrado el jugador más valioso de esta serie. Y Sergio Romo consiguió su tercer salvamento.

Un hecho que nadie esperaba una debacle de los Tigres. Y mas cuando terminaron barriendo a los Yankees en la Serie de Campeonato. Y queda demostrado que los descansos prolongados, en vez de beneficiar, perjudican. Detroit terminó con .159 de porcentaje colectivo. Prince Fielder solo conectó un hit en toda la Serie Mundial.

Termina la temporada de Grandes Ligas. Será hasta Abril cuando la pelota vuelva a tener acción en el mejor béisbol del mundo.


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