En cada entrada, recibía una llamada de mi papá donde me decía que no había forma en que los diablos le pegaran a Walter Silva. El abridor de Monterrey hizo una extraordinaria labor, y maniató a lo largo de 8 entradas a los pingos. Sin embargo, le comenté que esto aún no terminaba. Silva es el as del pitcheo regio, pero lo bueno estaba por venir. El relevo sultán, inconsistente en las últimas salidas, podría ser factor, y eso había que ver en la novena entrada.
Y si, no me equivoqué en mi presentimiento. El manager de Monterrey jaló por Oscar Villarreal, el "cerrador de lujo" del equipo para tratar de bajar la cortina. ¿Resultado? Como ha sido en los últimos partidos para él, no pudo con los diablos. No olvidar que ese noveno inning de pesadilla para los sultanes empezó con un "break". Una rola que parecía simple hacia la primera base, pero una mala decisión de fildeo de Madera, al tocar la bola en la almohadilla, cambió su trayectoria dejando al inicialista sin poder atraparla. De ahí, vino la deblacle.
Es muy temprano para definir el rumbo de la serie. Este juego se caracterizó por el pitcheo relevista de Monterrey que falló en los momentos clave. Es cierto que tiene buenos lanzadores abridores, pero el relevo es la incógnita. No se puede garantizar que una ventaja se mantenga. Tanto Diablos como los Sultanes tienen problemas en su pitcheo. El México, sus lanzadores abridores no han mostrado contundencia, y Monterrey, por otro lado, su relevo es titubeante. ¿Quién tiene ventaja? El pitcheo abridor puede ser masacrado y posiblemente ante un relevo a medias podría mantener la ventaja. Pero en un juego cerrado, el relevo es la clave.
Faltan mas partidos, y lo ocurrido anoche no dice mucho. Hay que esperar.
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