Sultanes empezó a remontar el marcador. Llegó a estar a tan solo 2 carreras del empate. Diablos tuvo la oportunidad de despegarse en el cierre de la séptima entrada, cuando dejó la casa llena. Pintaba un juego apretado.
Pero en cuanto hubo cambios en el relevo sultán en el cierre de la octava, los batazos de largo alcance por parte de Diablos cerraron la victoria para los locales. Nuevamente el pitcheo regio no pudo contener a los bateadores contrarios, cuando era necesario. La misma película.
Es un panorama gris, tirando a oscuro para la novena de Monterrey. Sin duda, el mánager tiene un serio aprieto en decidir qué hacer con sus cuerpo de relevistas cuando los necesite. Desde un punto de vista, no tiene la certeza de que un lanzador pueda hacer su trabajo de forma correcta, y eso no llevará al equipo a un campeonato. El pitcheo es la base del juego, y si hay dudas, definitivo que no habrá buenos resultados.
El marcador, 10-3. De vuelta a Monterrey, y con el propósito de ganar todos los partidos los Sultanes en casa. No hay de otra. El relevo tiene que despertar si el equipo de los Sultanes quiere seguir en la serie.
Mi pregunta: El aficionado sultán grita que hay que apoyar el equipo a partir del viernes. ¿Ocurrirá lo mismo cuando ingrese el mánager para realizar cambios en el pitcheo? Si el público acepta esto, habrá congruencia con tal apoyo.
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