viernes, diciembre 11, 2009

No quisiera, pero...

Estando en una ciudad donde lo único que se "come", o se comenta en cualquier parte, es la final del Fútbol, donde el equipo local Rayados tuvo una emocionante actuación anoche. Lo debo decir, no soy un fanático asiduo de este deporte, pero dado que es lo que más se escucha, no puedes quedarte atrás.

Anoche, los Rayados mostraron mucho más que fútbol: demostraron corazón. La máquina del Cruz Azul los tenía comiendo de la palma de la mano durante todo el primer tiempo. De hecho, el marcador en ese momento sentenciaba casi el resultado de la final. Y toda la afición de Monterrey ya se resignaba al resultado.

Sin embargo, esa heróica reacción de los Rayados hizo temblar en sus mismas estructuras al estadio Tecnológico, cuando remontaron el marcador adverso, y dejar el resultado con una ventaja al equipo local de 4-3. Todo pinta muy bien para Monterrey, ya que de tener la misma actuación como lo hizo con el Toluca, la celebración en la Macro puede darse. Pero...

Hoy se dió a conocer que Marco A. Rodríguez, conocido como "Chiquidrácula" en el mundo panbolero, es el árbitro central para el juego de vuelta en el Estadio Azul. Y esto trae al aficionado regio un mal recuerdo, ya que Rodríguez tuvo una actuación "protagónica" en una final de los Rayados y Toluca, donde el uso de tarjetas rojas parecían regalos de navidad para Monterrey. Y esto influyó en el partido dando una ventaja a los choriceros, que aprovecharon a cabalidad, proclamándose campeones. Por lo tanto, los aficionados regios ya van con la idea de que "todo puede pasar", y eso indica que puede ser lo peor.

Creo que a estas alturas, el fútbol es el único deporte donde el árbitro puede ser mucho más que un juez, que hasta se puede llegar a pensar que es factor en el juego. Es raro ver en otros deportes que un juez de campo pueda influir en el marcador con solo escuchar su nombre. Ni hablar, a ver que le espera a los Rayados ante la actuación de "Chiquidrácula".

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